June 10, 2023

ARTISTS ARE HEAVENLY WORKERS AND THE DESIGNERS OF THE BETTER WORLD

Un viaje de cultura peruana.Eduardo Cavero – Egúsquiza Martínez

8 min read

Moche, raíces de arte

Aquella mañana fría de julio en Lima, desperté muy temprano a mis 2 adolescentes hijas y les dije: ¡nos vamos pal Norte! Preparen ropa de baño y bloqueador solar para una semana. Ellas, no salían de su sueño aún pero inmediatamente adivinaron que sus vacaciones serían de aventura. No fue difícil convencer a mi esposa al ver nuestras caras en modo viaje preparó lo que pudo y partimos rumbo al Norte de nuestro país por una carretera en muy buen estado. Unas cuantas paradas por el camino y luego de 8 horas de manejar por la costa llegamos a la hermosa ciudad de Trujillo.

Durante el reinado de las culturas Moche y Chimú, Huanchaco fue un importante puerto en la región. … El nombre de Huanchaco viene de Guaukocha (hermosa laguna con peces dorados).   Hoy es un lugar tradicional y un pintoresco balneario, parada obligatoria para los turistas que visitan la provincia de Trujillo.

Museo Huacas de Moche
Gastronomía del Norte
Señor de Sipan

Los moches o Mochica es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló entre los siglos II y V en el valle del río Moche. Esta cultura pre Inca se extendió hacia los valles de la costa norte del actual Perú. se estableció entre los valles de Lambayeque y Huarmey. Tenía como centro cultural el valle de Moche y Virú cerca de Trujillo.

Visitamos hermosas playas y ciudades con una arraigada cultura ancestral que se sobrepone de tantas manifestaciones culturales coloniales y modernas. Y es que la ciudad de Trujillo en el norte del Perú te recibe cálidamente con un estilo arquitectónico colonial impecable y ni que decir de su gastronomía, la cual disfrutamos maravillados por la calidad y variedad.

Una sorpresa para mi fue la cantidad de compras de artesanías que realizaron mis chicas, pero hubo algo que me llamó mucho la atención: el estilo de las joyas era único, sui géneris, bello; No había mas que decir, teníamos que visitar los museos y complejos arqueólogos, una gran sorpresa nos esperaba.

De la Cultura Mochica o Moche, destacan sus cerámicas consideradas los mejores del Perú antiguo, sus ollas son de tamaño natural los retratos de cabezas de los individuos (huacos retratos) y las representaciones tridimensionales de animales y personas. Muchas de estas ollas fueron saqueadas hace mucho tiempo de los sitios de Moche, que se pueden encontrar en museos de todo el mundo.

 Por su arquitectura representadas en la Huaca del Sol y de la Luna, nos maravillo lo avanzado de esta antigua sociedad de América del Sur, con ciudades, templos, canales y granjas ubicadas a lo largo de la costa árida en una estrecha franja entre el Océano Pacífico y la Cordillera de los Andes del Perú. La cultura Mochica surgió en el Intermedio Temprano, entre los años 100 y 800 d.C.

Tortugas CASMA

Las teorías sobre esta cultura están cambiando en la actualidad debido al descubrimiento del yacimiento arqueológico del Señor de Sipán en Huaca Rajada cerca de Chiclayo a donde fuimos de todas maneras, estábamos deseosos de más información, ya parecía que estábamos en la búsqueda de un tesoro, y si que lo encontramos.

Administrativamente, el territorio de la cultura Mochica fue dividido en al menos dos grandes regiones las cuales interactuaban una con la otra. Al igual que en otras culturas, la administración política, el culto y la religión estaban vinculados fuertemente, al grado de cada gobernador era también de un sacerdote o una autoridad religiosa. De hecho, el famoso Señor de Sipán debió tener este doble poder. Los monumentos de la época tenían una triple función: centro administrativo, religioso y gubernamental.

TUMBAS

El Señor de Sipán de la Cultura Mochica

El estudio de las diferentes clases de fosas, la calidad y cantidad de las ofrendas demuestra que esta cultura tenía bien definida su estructura social dado que se encontraron 3 tipos de tumbas:

Para la elite gobernante: tumbas decoradas con objetos de cerámica y metal, principalmente de oro y cobre como la del Señor de Sipán.

Las tumbas comunes: Con una cantidad limitada de objetos de metal y cerámica, estos corresponden a los administradores y artesanos de la elite gobernante.

Entierro simple: Con una decoración muy limitada. Según las investigaciones podrían ser de los agricultores y pescadores dado que se ajusta a los productores de la zona.

Manglares Tumbes

Manifestaciones Culturales de la cultura Mochica

Murales de la Cultura Mochica

Los artesanos de la cultura Mochica fueron los creadores de un estilo muy especial, muy complejos, expresados ​​a través de la metalurgia, pinturas murales, esculturas de madera y cerámica especial.

El arte Moche también se refleja por la policromía y / o tres dimensiones de los murales de barro pegados en sus edificios públicos, algunos de los cuales están abiertos a los visitantes y los encontramos muchos de ellos haciendo turismo local y eso nos dejó orgullosos; también vimos a muchos extranjeros venidos de todo el mundo, algunos se acercaron a saludar a mis hijas y Yo estaba más alerta que los guardianes de La Ciudadela de Chan-Chan que destaca por una característica principal: ser la ciudadela de adobe más grande de América. Y es que este lugar ocupa nada más y nada menos que 20 kilómetros cuadrados.

Pero lo que encontrarás en estos complejos arqueológicos es mucho más. Chan Chan tiene cientos de historias que esperan ser contadas, cada detalle de esta construcción posee un significado que te hará conocer el pensamiento de la cultura Chimú.

La importancia de Chan Chan en la época Chimú es innegable: este lugar se consideraba como la capital de todo el reino y aquí residía el gran Chimú, el máximo mandatario de esta cultura.

Estos murales representan una amplia gama de figuras y temas, entre ellos los guerreros y sus prisioneros, sacerdotes y seres sobrenaturales. El estudio en detalle de los murales y cerámicas decoradas revelan mucho acerca de los comportamientos rituales de la cultura Mochica.

Puerto de Huanchaco
Caballito de Totora
Mancora

CERAMICA

Huaco retrato de la Cultura Mochica

La manifestación artística más impresionante por su la creatividad y el sentido estético.  A lo largo de su historia los ceramistas de la cultura Mochica se basaron en tres deidades dimensionales, seres humanos, animales y plantas. Pero tal vez, el «Huaco Retrato«, fue donde alcanzaron las más altas calificaciones. Alcanzó su mayor desarrollo en cerámica, de sólo dos colores, características que reflejan escenas religiosas, mitológicas y de la vida cotidiana; iconografía pictórica en macetas que muestran combates, encuentros eróticos, funerales, sacrificios humanos, etc. Constituye la cerámica de mejor calidad entre todas las antiguas culturas peruanas, además de ser sólo comparable a la cerámica griega y otras culturas de su época.

ARQUITECTURA

Ellos no tenían un sistema de planificación urbana, pero dejaron dos huacas piramidales de importantes dimensiones colosales, la «Huaca del Sol» y «Huaca de la Luna» en Moche, cerca de Trujillo, utilizando en su arquitectura adobes de barro que tenían la mayor marca de fabricante, y reciente descubrimiento de «El Brujo» en la que se encuentran características arquitectónicas y artísticas no muy conocidos. Gran dominio en la construcción de canales de irrigación, que aun se utilizan en el valle de Chicama.

Huaca del Sol

No podíamos dejar de verlo, así que teníamos que ir a Chiclayo, Uno de los más importantes hallazgos es el conocido como Señor de Sipán, descubierto en la ciudad del mismo nombre, a 35 kilómetros al sur de Chiclayo, en el complejo arqueológico conocido como Huaca Rajada, en 1987, por el arqueólogo peruano Walter Alva (Contumazá, Cajamarca 28 de junio de 1951) junto al arqueólogo Luís Chero Zurita (La Zaranda, Lambayeque, 24 de abril de 1958).

El Señor de Sipán fue un antiguo gobernante mochica del siglo III. Su importancia radica en que fue la primera vez que se encontraba intacto y sin indicios de saqueo (en Perú era muy común la existencia de huaqueros, saqueadores de tumbas antiguas buscando tesoros) una tumba real anterior a los incas.

Posteriormente, en 1991 y 1992, fueron encontradas en el complejo arqueológico San José de Moro, en la provincia de Chepén, dos tumbas de sacerdotisas. Por último, destacar el descubrimiento de 2006 de la tumba de la conocida como Dama o Señora de Cao, descubierta en el sitio arqueológico conocido como huaca Cao Viejo, en el valle de Chicama. Los restos arqueológicos encontrados son fechados aproximadamente en el 400 d.C. Se trata de los restos momificados de una mujer joven, entre los 20 y los 25 años de edad. En vista de la importante cantidad de adornos de oro, plata y piedras preciosas, no cabe duda que se trata de los restos de una gobernante del valle de Chicama. Antes de este descubrimiento, se pensaba que solamente los hombres podían ejercer altos cargos dentro de la estructura socio-política Mochica.

Además de la cerámica y de la arquitectura, los Mochicas destacaron por la realización de murales en relieve, y por trabajar de manera muy importante la metalurgia y la orfebrería.

En muchos edificios creados por los mochicas se han encontrado pinturas en sus muros de inspiración religiosa, donde se representan a seres divinos o escenas relacionadas con los dioses. Entre todas las pinturas murales destacan las encontradas en la Huaca Cao Viejo y en la Huaca de la Luna.

En la Huaca Cao Viejo hay una representación de una serie de prisioneros, desnudos y unidos con una soga, que desfilan para ser sacrificados al Dios Aí Apaec. En la Huaca de la Lula, existen pinturas murales de 5 colores (rojo, negro, azul, amarillo y blanco). Su mural más famoso es el que representa a un personaje antropomorfo (probablemente Aí Apaec), conocido popularmente como “el demonio de las cejas prominentes”.

Los Mochicas fueron unos excelentes metalurgos y orfebres. Trabajaron con oro, plata, cobre y tumbaya, aleación de cobre y oro. Utilizaron una extensa variedad de técnicas, como el laminado, el martillado, la soldadura, el alambrado etc. Fabricaron herramientas, armas para la guerra, entre la que destacaba una maza de madera recubierta de cobre, atuendos y una gran cantidad de ornamentos. Destacan unas pequeñas figuras de poco más de 2 centímetros, que contenían partes móviles unidas con unas minúsculas grapas. 

Este viaje finalmente duró 7 días más de lo que criamos, ¡pero como lo disfrutamos!!

FOTOS> Eduardo Cavero – Egúsquiza Martínez

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