LA TEXTILERIA EN EL DISTRITO DE PITUMARCA
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1.- Pitumarca: Tierra de Pastores, Glaciares y Nudos
Pitumarca es el más grande de los ocho distritos de la provincia de Canchis. Está situado en la parte norte de la provincia y al sur-este de la región del Cusco, tiene una altitud habitable que va desde los 3350 m.s.n.m. en la comunidad campesina de Pitumarca, hasta los 4,995 m.s.n.m. en la comunidad campesina de Phinaya.

Laguna de Sibinacocha 4869 m.s.n.m. Foto. Gizeh Castañeda
La geografía de Pitumarca, se presenta en pisos altitudinales: quechua, suni, puna y janka, que van de los 3500 m.s.n.m. hasta los 7500 m.s.n.m presentándose en ascenso. Aquí las montañas son parte principal de esta formación que geométricamente se resume en una estructura escalonada. Es en ella que se apostaron desde hace miles de años los primeros pastores y recolectores que llegaron a la par de los camélidos a sud américa. Guiados por las estrellas en este larguísimo periodo de interpretación del entorno.

Altar principal en el complejo arqueológico de Machupitumarca. Foto: Gizeh Castañeda
Prueba de esto son las pinturas rupestres que muestran al hombre en acciones de caza y luego domesticación de los camélidos que terminaría siendo un aliado clave para su sobrevivencia. Por ello el asentamiento por largos periodos de tiempo en espacios que tienen tres elementos principales: Las montañas nevadas, las lagunas que se forman del descongelamiento de los glaciares, las lluvias temporales y finalmente, los abundantes y frescos pastos que se dan en las punas y planicies alto andinas.
Es en las alturas de la comunidad ganadera de Phinaya, donde encontramos el glaciar Quelccaya (5650 m.s.n.m.), que es el único glaciar tropical del mundo, y donde confluyen varios nevados en lo que se denomina como el nudo del Vilcanota, del cual el principal es el nevado Ausangate (6372 m.s.n.m.) y de cuyas laderas se alimenta la laguna de Sibinacocha, espacio geográfico en el que los camélidos de sus tres variedades (vicuñas, alpacas y llamas) y ovinos comparten como espacio natural.

Vicuñas en el Glaciar Quelccaya, Pitumarca. Fotos: Gizeh Castañeda
2.- Técnicas Ancestrales: Acunar la fibra y preparar el hilo.
En la comunidad de Phinaya, una de los asentamientos humanos más altos del Perú, pude conocer a la familia de pastores y criadores de camélidos Fernandez Zavala. Su conocimiento abarcaba desde el acto de ayudar a las hembras a parir y de tener a sus crías, hasta cuidarlas y enseñarles en ese medio hostil a sobrevivir. Esto es acunar al animal y saber cómo será su fibra que crecerá hasta el momento sagrado o ritual en el que se les trasquila por primera vez y se selecciona el vellón.

Primer trasquilado e hilos torcidos en madejas. Foto Gizeh Castañeda
Entonces observando el entorno, y entendiendo la lógica de los ciclos de la naturaleza, se intenta ordenar el caos a través de la textilería y esto se da luego del trasquilado. La técnica nos habla sobre sus formas de hacer y éstas se plasman como orden lógico. Por ejemplo, la torsión de los hilos juega un rol importante en el distrito y en los Andes, ya que, de la destreza para la torsión, se podrá obtener hilos y por consecuencia tejidos mucho más finos y de mejores acabados. Son dos los tipos de torsión: el hilado paña (hilo con torsión a la derecha o Z) y el hilado ll’oque (hilo con torsión a la izquierda o S). Este último es usado para tejer prendas que tienen una carga simbólica de protección contra actos malignos o enfermedades como el mal de viento o el mal de ojo.

Mujer andina y alpaca de especie Suri en la Cordillera del Vilcanota
Es importante nombrar, que existe también una carga simbólica de dualidad en cuanto la concepción y la naturaleza del hilo. Al ser la conclusión de dos líneas torcidas que de manera natural forman un único hilo, torcido en sentido contrario, que es la consecuencia de la retorsión de los hilos primarios. Esto dará un hilo doble que será el que finalmente se usará en la prenda.
3.- Pintando los textiles: De plantas y tintes a la simbología del color
En las partes altas del distrito de Pitumarca, en las zonas ecológicas denominadas Puna y Janka, en las comunidades de Chilca y Phinaya respectivamente, se da la crianza de camélidos entre ellos la alpaca (Vicugna paco) en mayor número que la llama (Lama Glama). Según los criadores de la zona, entre ellos Juan David Mendoza Zavala (28 años), se pueden encontrar hasta 27 variedades de alpacas y con ellas hasta 42 variedades de color que corresponden a tonalidades naturales. De la fibra de ovino pueden obtenerse los matices blancos, negros y marrones como colores naturales.

Alpacas de la familia Mendoza zavala, en Phinaya, Pitumarca. Foto: Gizeh Castañeda

Fibra de camélido, hilada y lavada previa al teñido. Foto Gizeh Castañeda
Hoy en día existe en el distrito una gama amplia de colores obtenidos de insumos naturales como hojas, flores, musgos, cortezas de árboles, frutos, insectos, etc. y que forman parte de los saberes tradicionales de teñido que se tratan de recuperar a través de capacitaciones y remembranzas de las mujeres mayores. El producto más usado es la cochinilla, que es un gusano que da a los cactus de tuna y que al ser secados y triturados dan muchas variedades de rojos y naranjas según los matices que las tejedoras usen. Pero esto no detiene lo que le mundo moderno trae, y esto refiere al uso de tintes artificiales o anilinas.

Fibra teñida con Cochinilla. Foto: Gizeh Castañeda
El empleo de tintes químicos permite gamas y tonalidades numerosas, en el caso específico de Pitumarca, las fibras naturales (camélido u ovino) teñidas con tintes naturales y químicos e hilos sintéticos de colores intensos y brillantes se entremezclan y producen una conjunción muy colorida y particular con implicancias simbólicas.

Teñido de fibra para obtención del color. Fotografía de Gizeh Castañeda.
El uso del color
El color tiene implicancias simbólicas diversas. En los objetos textiles presentes, entre ellos ponchos para hombres y llicllas para mujeres, los colores determinan aspectos como la comunidad de origen de la usuaria o usuario, su estado civil y hasta el estado de ánimo que tiene la tejedora al momento de urdir. También debe tomarse en cuenta la habilidad que tiene para elaborar pallay o motivos iconográficos de más de tres colores, motivos multicolores que se realizan según la técnica.
En las comunidades de Pitumarca los colores de listas o líneas de diversos grosores, representan productos agrícolas. Entre los productos agrícolas referenciados están las papas y sus variedades que son reconocidas por sus colores, de la misma forma respecto al maíz y su variedad de granos de colores, a las llamas y alpacas con los matices de colores en sus fibras. Otro elemento que se ha analizado, referente al uso del color, es la distinción de género, blanco para el hombre y rojo para la mujer, que se asocia a los flujos corporales ligados a la reproducción y la fertilidad. Pero es el análisis de las tierras de colores que se representan en estas listas o franjas, que toman un sentido ms profundo en Pitumarca

Dos tonalidades de purpura muy usados. Tinte con Cochinilla. Foto Gizeh Castañeda
Según el trabajo de campo, para poder interpretar los usos del color y sus posibles significados simbólicos, tomamos el color de la tierra como un determinante en el criterio pictórico en los textiles en Pitumarca, tomando en cuenta la presencia del cerro de “Siete Colores”, Arcoíris o Winicunca, que es un referente visual del paisaje cultural y del cual nos habla la tejedora Victoria Quispe en la representación de los colores en líneas delgadas o listas, como sucede en la montaña Winicunca y en el arcoíris, se ven presenten en las prendas textiles del distrito. Nótese la similitud de los colores teñidos con Cochinilla y los colores del cerro Winicunca.

Cerro Winicunca, Arcoíris o 7 colores. Se presentan los colores en formas de listas o líneas de colores sobre la montaña. Fotografía de Gizeh Castañeda.
4.- Urdir: Armando el telar
Urdido
Este es el proceso más importante y técnicamente más complejo en lo que refiere al armado del telar. El urdido de los hilos tiene distintas modalidades técnicas, dependiendo del pallay o motivo iconográfico que realizará la tejedora. En este proceso de armado, el trabajo de urdido se realiza entre dos personas en la mayoría de las técnicas. Existe una diferencia en la técnica denominada ticlla o urdido discontinuo, en la que participan tres urdidores.
El urdido y la cantidad de hilos determina no solo la vistosidad de los diseños que deben ser organizados en la pieza textil. En comunidades como Pitumarca, el significado simbólico de un buen urdido y de características multicolores determinan la sabiduría o conocimiento que las experiencias a lo largo de la vida de la tejedora en sus múltiples funciones le confieren, esto es un estatus superior referente a otras compañeras que no dominen estas capacidades.

Urdido de paño para tejer. Fotografía de Gizeh Castañeda.
Por ejemplo, en la comunidad de Pitumarca, se considera que la persona que logra manejar más de tres capas en sus textiles es muy importante en la comunidad. Se considera que esa persona ha superado a las demás, puesto que ha logrado pensar en tres o más dimensiones. Esta habilidad se juzga como una capacidad técnica y a la vez como una capacidad intelectual.

Urdido multicolor para tejer iconografía en doble cara o pata pallay. Foto. Gizeh Castañeda
Creo importante analizar, cómo el concepto de apsu (lo complejo, lo difícil) se refiere al uso de más de tres colores en el urdido textil y denota sabiduría, destreza, capacidad mental y técnica que finalizará en un objeto de mayor rango estético y técnico (aquí podemos nombrar las técnicas de pata pallay de tres colores doble cara, ley pallay de tres colores una cara, amapolas y palmas ramos de tres colores doble cara), frente al concepto de (ina – simple, lo fácil), donde la tejedora realiza tejidos técnicamente iniciales o básicos (ejemplo: la técnica de ley pallay de dos colores y una sola cara, o pata pallay de dos colores doble cara).El urdido es específico para cada técnica, y el conteo de los pares de hilos que forman las figuras van desde 3 hasta 125 pares de hilos por franja de Pallay o motivo iconográfico tejido.

Tejiendo motivos iconográficos. Urdimbres continuas. Foto. Gizeh Castañeda.
Ticlla o urdimbres discontinuas
En el Cusco, la mayor parte de los textiles de las distintas comunidades, son elaborados con un hilo de urdimbre larga y continua. Es en Pitumarca, y algunos distritos que rodean el nevado Ausangate o la cordillera del Vilcanota, que emplean una técnica de urdido denominada ticlla o de urdimbres discontinuas, cuya particularidad es el cambio de color de los hilos de urdimbre durante el montaje del telar. Para ello, son siempre tres las urdidoras que, al armar el telar, obtienen como resultado prendas divididas en cuatro cuadrados de colores lisos sin iconografía, lo que se denomina tipología de Pampa, donde además del urdido de colores pueden tejerse todas las técnicas de pallay o motivos iconográficos y combinarlas.

Coca Kipuna en técnica de urdido Ticlla o Urdimbre discontinua, con pallay en técnica de pata pallay o doble cara. C.C. de Pitumarca. Foto: Gizeh Castañeda.
En esta técnica de urdido es tejida la coca kipuna, (manta para guardar la hoja de Coca) pequeña manta que se usa con fines rituales y festivos. Este objeto especial y recurrente para la técnica, no es el único que se elabora, ya que también se pueden elaborar mantas o llicllas y ponchos o mantas para hombres, donde se observan los colores y la complejidad de los motivos iconográficos.
Telar de cuatro estacas o telar horizontal:
Denominado pampa away en el quechua de Pitumarca, es usado para la elaboración de prendas de tamaños más amplios. El telar en vez de ir asegurado en un poste, se fija en cuatro estacas incrustadas en la tierra, en las que se amarra la varilla horizontal superior e inferior, con el fin de ayudar a la tejedora con el peso del tejido de mayor tamaño como mantas, ponchos y frazadas. De todas las tejedoras entrevistadas en las distintas comunidades del distrito, este telar es el más usado y en el que de manera más amplia, se elaboran los objetos.

Telar de cuatro estacas (pampa away). Foto: Gizeh Castañeda
Este artículo es la introducción al análisis de la textilería andina y sus formas. El interés es poder mostrar la complejidad de técnica y conocimientos que se plasman en un textil, en este caso en el distrito de Pitumarca en la provincia de Canchis en el Cusco. Hemos llegado hasta el punto en que luego de domesticar al animal, cuidarlo desde su nacimiento y seleccionarlo para la obtención de la materia prima, es decir la fibra; arman los hilos elaborándolos con principios simbólicos propios de la labor textil. Con ello podremos entender los orígenes y uso del color, para luego implementar la “tecnología” o telar con la que se elaboraran los textiles y las figuras o motivos iconográficos que éstos objetos contienen.

Mujeres hilando. Fotografía Gizeh Castañeda
En el siguiente artículo, hablaremos delas figuras, denominados iconografía o en quechua lo que se llama Pallay, entenderemos de donde provienen, que simbolizan y analizaremos el por qué, estas piezas son consideradas libros que contienen sabiduría. Hasta la próxima.
GIZEH CASTAÑEDA
23.02.2022 Stockholm